martes, 12 de diciembre de 2006

LA LIBERTAD

Creo que es difícil entender la Libertad (así, con mayúscula, la general, la que abarca o pretende abarcar a todos), sin la individual. Quiero decir que de nada sirve una Libertad general si se carece de la personal. Hay muchas formas de perder esta última: por ejemplo, la malogran los que tienen miedo, los que nunca se conforman, los que envidian, los adictos a lo que sea, .... Sin embargo, no siempre lo que nos ata es negativo. A veces nos vemos subyugados por sentimientos positivos, que nos coartan, como el amor. Esto mismo debía pensar quien una vez escribió “Ambos sabemos, cariño, que las palomas no llegarían lejos si volasen abrazadas”. Pero, bueno, quizá en ese caso lo que se hace no es perder la libertad, sino entregarla conscientemente. Lo malo es que, más adelante, cuando quieres que te sea devuelva, es probable que ya la hayas perdido, que te la hayan usurpado y no te la quieran devolver, y te la malgasten por ahí. Algo así como dejar un libro y querer recuperarlo. Por cierto, “libro” y “libre” sólo se diferencian en una letra. Ya ves tú.

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