miércoles, 20 de diciembre de 2006

EL PRESENTE

Creo que era Shakespeare el que decía que el pasado es prólogo. También se dice que hoy empieza el resto de la vida. O que deberíamos vivir como si no hubiera mañana. Son variantes, en realidad, de una misma idea. Al final, la conclusión es que debemos disfrutar el presente, saborearlo, y no vivir ni en lo que ya pasó ni en lo que quizá venga. El futuro es incierto, contingente, y aunque en cierta forma se ve condicionado por el pasado y el presente (pocas cosas de las que hemos hecho o de las que hoy hacemos son inocuas), no todo está predestinado. Vivamos intensamente, con avaricia de hambriento, de tal forma que, cuando llegue el fin, nos sorprenda, que no nos encuentre en la sala de espera. Sólo la pasión, el fuego, nos da calor y sin calor no hay vida. Que el frío no nos alcance, ni siquiera en diciembre.

No hay comentarios: